
¿Que es el estrés?
El estrés es un proceso fisiológico que se da cuando nos enfrentamos ante una situación la cual consideramos como amenazante o ante una nueva demanda a la que no estamos acostumbrados a responder.
¿Porque tengo estrés?
El estrés es algo habitual en nuestras vidas, ya que cualquier cambio al que tengamos que adaptarnos representa estrés, ya sea de un evento negativo -despido, ruptura amorosa, enfermedad-, o positivo -empezar a trabajar, casarse e iniciar la convivencia, tener hijos, nuevas responsabilidades en el trabajo debido a un ascenso-. Nuestras experiencias estresoras provienen y tienen su origen en nuestro entorno -ruidos, carga de trabajo, problemas de pareja-, nuestro cuerpo -insomnio, enfermedades, cambios hormonales- y nuestros pensamientos -preocupaciones, sesgos y errores cognitivos-. La intensidad y naturaleza de ese estresor va a depender de factores individuales – características de personalidad, vulnerabilidad- y contextuales -apoyos sociales y materiales-.
El estrés » bueno» y «malo».
Cuando la respuesta de estrés ante las demandas del medio interno o externo son adecuadas, hablamos de estrés positivo, siendo este muy necesario para la buena adaptación al medio. Por el contrario si las demandas son excesivas y las respuestas a estas también lo son y se mantienen de manera prolongada, hablamos entonces de estrés negativo, el cual genera múltiples enfermedades causadas por el estrés continuado.
El proceso de estrés: fase de alarma, resistencia y agotamiento.
El estrés, como respuesta fisiológica, pasa por tres fases.
1. Fase de alarma:
En esta fase el estresor aparece y el cuerpo reacciona ante esta alarma mediante la liberación de hormonas, aumentando el latido del corazón y la respiración, etc. Es aquí cuando se libera cortisol preparando al organismo para dar una respuesta rápida.
2. Fase de resistencia:
En este momento el cuerpo intenta equilibrar todos los daños producidos por la fase de alarma, pero se mantiene una resistencia. La respuesta es más lenta y sostenida aunque se mantiene la liberación de cortisol lo que hace que sigamos preparados para dar una respuesta. Si la situación estresante se mantiene, el organismo permanece en alerta y no termina de repararse bien, pasando a la siguiente fase.
3. Fase de agotamiento:
En esta fase, se acaba con las reservas que hacen que nuestro organismo se mantenga equilibrado, generando una agotamiento que terminará generando diferentes alteraciones y dolencias que afectan a nivel del sistema nervioso autónomo, el sistema neuroendocrino y el sistema inmunológico. La hipertension arterial, los problemas de memoria, la fatiga, los dolores musculares, las jaquecas, la irritabilidad, determinadas alteraciones del sistema inmune o algunas enfermedades en la piel, depresión, ansiedad, etc. Todas estas son alteraciones que están muy relacionadas con con el estrés.
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